Ginebra, 6 nov (Prensa Latina) La Organización Mundial de la Salud (OMS) respaldó hoy la creación de un mecanismo que busca involucrar a todas las partes interesadas en el combate contra la epidemia del tabaquismo.
El hábito de fumar causa ocho millones de muertes cada año por consecuencias para la salud como enfermedades cardiovasculares, trastornos pulmonares, cánceres, diabetes y muchos otros padecimientos debilitantes, advirtió la entidad.
Dejar el consumo de tabaco puede ser un desafío, especialmente con el estrés social y económico adicional provocado por el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, consideró en un comunicado emitido.
De los mil 300 millones de fumadores en todo el planeta, hasta el 60 por ciento expresó su deseo de dejar la costumbre; sin embargo, solo el 30 tiene acceso a las herramientas que les ayudarán a hacerlo con éxito, señaló en el texto.
A pesar de importantes avances, muchos países aún no están implementando adecuadamente las políticas para ayudar a los consumidores de tabaco a abandonar ese hábito, lamentó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
La autoridad anunció que para cerrar esta brecha, trabaja junto con los socios de la organización para ayudar a las naciones de ingresos bajos y medianos, por lo cual acogió con beneplácito el establecimiento de un consorcio internacional, incluidos los actores no estatales.
Entre las múltiples funciones de ese grupo -acotó la OMS- está que los consumidores de tabaco, en particular de esos Estados, conozcan y tengan acceso a servicios de gestión y tratamiento disponibles.
A propósito del tema, sumó a lista modelo de la OMS dos nuevos medicamentos esenciales para las personas que desean dejar de consumir tabaco, lo cual estimó un poderoso cambio en la lucha contra la epidemia.
Además de la terapia de reemplazo de nicotina, ahora destacó al bupropión y la vareniclina. Ambos -reconoció- demostraron ser seguros y efectivos para quienes no pueden dejar de fumar mediante el asesoramiento conductual o un breve consejo.
La adición de estos nuevos fármacos a la importante lista de la OMS es una señal para las autoridades nacionales, los profesionales de la salud y los ciudadanos de que hay opciones adicionales disponibles para dejar de fumar.
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